domingo, 23 de diciembre de 2012

22

Hoy no es 22, pero es como si lo fuera, no es usual que un ser humano se halle bañado entre tanto misterio y desdicha; yo no lo viví  no mas que otros, o eso creo. No fui un hombre de amores, no tuve los suficientes para poder catalogarme de un hombre amoroso, tampoco tuve la posibilidad de explorar todo el ámbito de mi dimensión sensible.

Cuando tenia 11, me enamorare y me traume, no quiero recordar eso por que no vale la pena, irónicamente  no fue la experiencia de desamor mas intensa que viví  aunque tuvo un peso desbordante que, al final, grabaría todas mis relaciones hasta acabar el colegio. Tampoco vale hablar de las otras que con desdén e indiferencia anunciaban su rechazo hacia mi persona amparándose en el juicio propio que las llevaba a pre- juzgarme sin conocer. Y si bien hubo una que tuvo un peso notable en mi desarrollo emocional, ella tampoco determino nada que fuera del todo rescatable. Fue una chica que anunciaba su notoriedad en su particularidad inconfundible y que me llevo a abordarla con la esperanza de encontrar en dicha particularidad una salida a constante desfallecimiento, no solo era una chica rara, era la anomal del grupo. Mostraba la virulencia de su espíritu en su mirada y maximizaba su desconfianza conforme su mirada te recorría de pies a cabeza. Yo solo viví eso de ella, los demás  indiferentes al tu su animalia, no deseaban de ella mas que un par de bromas a costa de sus defectos. Yo no la ame, no sabia lo que era amar, solo a deseaba para auto afirmarme. No se por que la fecha choca con mi cabeza y su espectro me atormenta, jamas una mujer llamo a mi celular hasta ella, jamas hable con alguien mas de 15 segundos por celular. Jamas nadie me había levantado a las 4 de la mañana para explorar nuestras falencias. No la ame, solo disfrute encontrarla, ella disfruto encontrarme.

En vivo no hablamos mas de 5 segundos, y a pesar de que nos dijimos enamorados, el amor no fluyo por su parte. Yo entregado cual mancebo griego, buscaba en ella la amante voraz que tanto deseaba. Hasta que perdi la batalla y resignado asumí mi derrota y me resigne a su aprecio sobrio. Tal vez eramos mas que amigos desde siempre, pero jamas fuimos enamorados. Ni la primera vez que nuestra tragedia debuto, fue un debut digno de ser el anuncio de los días mas dramáticos en la historia de mi vida escolar. Y es que inauguramos nuestro pacto de lagrimas el dia 22 de marzo del 2008; 2 días antes del sello que marcaría mi caída y Astharot me hizo esclavo de su placentera malevolencia.

La sonrisa del niño quebrada ante la ignorancia del vicio y su antipatía natural; no se si me leas algún día, me leíste de sobra hace años, me releíste y me guardaste entre tus tesoros; entre los tesoros que son lo mio, entre lo único que realmente fue tuyo y que realmente fue un tesoro. Tu apego a ellos es la prueba de mi triunfo perrico, y yo te mire, oculta en tu carcasa de diosa, padecer los escarmientos que las bestias te guardaban. Yo te intente salvar, y descendí contigo hasta la prisión mas delirante del infierno, te acogí contra mi pecho y mi corazón dejo de latir el día en que me abrazaste con gran fuerza para luego estrujarme hasta el punto de romperme el alma.

Todo lo podía soportar, pero no amarte hasta el nivel de ser testigo y cómplice de tu propia ruina, y es que, jamas te ame. Solo fuimos un juego sádico, descubrimos la entrega y la aprensión mas viles. Te abrí las puertas a la septima prison y espero verte luego una vez condenados a una redención ineludible.









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